lunes, 9 de abril de 2012

Los Celos en la Pareja

Los celos en la pareja, tanto si se basan en pensamientos positivos como en pensamientos negativos tienen la misma base errónea, esta base se sustenta con la disposición de creer tener el derecho sobre la vida de su pareja, sobretodo en el tema sexual.
Los celos aparecen cuando pensamos que nuestra posesión puede ser amenazada por otro, es allí cuando surgen los celos.
Debemos intentar asimilar cuanto antes que las personas no pertenecen a nadie, no se trata de posesiones, de este modo todo será mucho más fácil.
Los celos abarcan un amplio espectro de la vida, podemos tener celos de nuestro hermano, de un amigo o amiga, de un compañero, de nuestra pareja, de todo lo que nos podamos imaginar. Por supuesto que los celos en sí mismos no tienen por qué suponer un problema, lo que es perjudicial es cuando se pasa de la normalidad a la patología.
Al hablar de celos patológicos haremos referencia a los celos sin ningún tipo de fundamento, y con características de que producen gran sufrimiento a la persona que lo padece y a los que le rodea.

1. ¿Qué son los celos?
Los celos son un sentimiento de temor a perder a la persona amada.
Los celos, de forma controlada y en pequeñas dosis, pueden ayudarnos a potenciar la relación pero, cuando los celos son enfermizos nublan la razón de quien los padece.
Sus sospechas se basan, la mayoría de las veces, en hechos infundados y, el constante temor a ser abandonados les lleva a ejercer un continuo temor sobre la pareja.
Aunque conviene saber que cuanto más seguros nos sentimos de nuestra pareja y de nuestra relación con ella menos intensos y duraderos son.

2. ¿Por qué somos celosos?

1. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a desconfiar de la sinceridad y cariño del otro.
Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien más atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.
2. Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
3. Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.
4. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.

Tipos de Celos  

Celos Manifiestos
Cuando la persona desconfía de su pareja y la interroga sobre sus compañeros  o compañeras  del trabajo, de la universidad.
La persona celosa no permite que su pareja le cuente sobre algún amigo o amiga y mucho menos ver a su cónyuge o novio habla con alguien sin estar él o ella presente.
La persona que sufre este tipo de celos, desea un reporte diario sobre su pareja y para eso la asedia constantemente.

Celos Ocultos
La persona que sufre por celos  ocultos generalmente no reclama sobre hombres o mujeres amigos de su pareja pero tiene actitudes groseras y critica constantemente a su pareja.

Celos Exagerados
Este tipo de celos toman lugar cuando no hay o ha habido ninguna infidelidad, sin embargo aun sin motivo aparente, la persona celosa discute e inventa fantasías y crea escenas de celos sin motivo aparente.

Celos Patológicos
Estos celos son extremos. La pareja persigue a su novio o novia, amante o cónyuge y la vigila y acecha constantemente, a veces recurre a pagar un detective privado para que siga a su pareja sin que esta se dé cuenta.
 
3. Cómo controlar los celos

1. Evita pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intenta sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.
Esfuérzate en ser objetivo y aprende a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando tu imaginación.
Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto.
2. Procura ser más tolerante y dejarle su espacio a tu pareja: evita ese impulso irrefrenable que te lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.
De esta forma lo único que vas a conseguir es que se sienta cada vez más agobiada y atosigada.
3. Comenta lo que te ocurre a algún amigo de confianza y pídele consejo. No olvides que ocultar el sufrimiento y negarlo hace que se potencie cada vez más.
Los consejos y puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar soluciones que tal vez no se nos habían ocurrido.
4. Reflexiona sobre lo que te ocurre e intenta aclarar tus ideas. Esto te ayudará a exponer tus sentimientos con sinceridad, a descubrir tus miedos, necesidades, etc.
Y una vez detectado el problema procura poner todos los medios a tu alcance para solucionarlos.
5. Evita utilizar amenazas, habla claramente de lo que te ocurre, no te ciegues con la rabia e intenta buscar soluciones al problema.
6. Evita culpabilizar a alguien de lo que te ocurre. Procura ser responsable de lo que sientes y no olvides que tus actos dependen de ti, y eres la única persona que puede cambiar tu conducta ante lo que estas sintiendo.
7. Evita ser trágico a la hora de asumir los celos: esfuérzate en apreciarlos como síntoma de amor verdadero y prevenirlos cuando se descontrolan y vuelven dañinos.

Sin embargo, si aprendemos a controlar estos impulsos, los celos nos pueden ayudar a apreciar y valorar a la persona que tenemos al lado y a cuidar el amor del otro sin darlo siempre por supuesto.

En algunos casos, cuando los celos son muy frecuentes, intensos y duraderos y surgen sin ningún motivo, se vuelven patológicos.

Esto produce un sufrimiento intenso en quien los sufre, y en muchas ocasiones se aconseja acudir a un profesional especializado en terapia de pareja o bien acudiendo a sesiones de Coaching de pareja.

Rony Durand C.





 

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